El músico e historiador habló de «Historias de Pescadores y Ladrones de la Pampa Argentina» y recorrió los orígenes de la alianza con Sergio Ch, reconstruyendo el duelo que representó la grabación del álbum.
Misma generación
-¿Cómo surgió la idea de unirte junto a Sergio Ch para armar este disco?
-Nos conocíamos hace tiempo. Una cuestión quiso que nos conectáramos. Fue ir de visita a su casa donde también tiene su estudio. Somos músicos, ¿no? En lugar de ponernos a hablar, hice un tecito, agarramos cada uno una guitarra y nos pusimos a tocar.
De ese primer encuentro ya salió el tema que abre el disco que hicimos juntos. Es un tema que se llamaría, suponete, instrumental. ¿Por qué lo cito? Porque vino antes que las palabras. Antes que pudiéramos empezar a hablar y a comunicarnos con las palabras nos empezamos a comunicar de guitarra a guitarra.
Después vino la palabra. Por eso el disco es como un símbolo de lo que fue el desarrollo de nuestra amistad. Hoy somos como familia.
-En ese encuentro hubo referencias a Porco, a Los Natas, a Ararat, a Soldati.
-Sí, de hecho somos de la misma generación. En mi caso, yo dejé la música y ese estilo. Después regresé a la música con otro formato pero con una densidad idéntica o aún mayor a lo que era el hardcore o una música que se entiende en general como cierta cosa pesada, para que todo el mundo entienda. En cambio, Sergio lo siguió desarrollando y con mucha buena fortuna con Natas y, luego de la disolución de Natas, con Soldati y con Ararat.
“Suelo asociarme primero desde la admiración, que para mí es amor»
Lo que también me pareció súper interesante, el ligue posible para hacer algo juntos, fue su primer disco solo que se llama “1974” donde desarrolla una gama más variada de estilos y sonidos a nivel producción.
Histórico
-Hablabas de densidad. Es imposible no pensar el disco, tu obra en general, como un disco geográfico. Desde lo musical, desde lo literario, desde la propia geografía. Da la impresión de que fuera una exploración desde las guitarras y las voces.
-Nos interesaba que fuera un disco histórico. ¿Qué quiero decir con esto? Lo que uno entiende como lo clásico de la historia. Algo que sucede en un espacio y en un tiempo determinados. A mí me gustaba ese encuentro. Nos jodían un poco con el stoner rock pampeano y qué sé yo… Entonces era esta cuestión de pensar si cierta tradición del gaucho solo, del gaucho con guitarra y de esta especie de duelo de gauchos (imagen que resuena a cierto momento del Martín Fierro o de Santos Vega) se encontraran hoy. Ese fue el escenario que armamos. Dos hombres solos en esta pampa como metáfora (no la provincia de La Pampa) , sino esta pampa geográfica que es lo que se entiende como una metáfora (incompleta) del argentino. Y desde ahí ver qué hubiera pasado si eso se hubiera seguido cultivando, si estuvieran esos gauchos hoy en el siglo XXI todavía solos, guitarra en mano, y el encuentro entre dos de estos gauchos este choque de duelo amoroso, de duelo estético vieran esto. El disco es el resultado de un duelo entre dos hombres.
-Pareciera minimalista a pesar de la densidad de guitarras y de voces. Pareciera que avanza decisión a decisión. ¿Cómo fue la combinación entre los elementos que conforman cada una de las canciones?
-Es una idea que yo suelo cultivar permanentemente. Yo tomo un material musical, literario, lo conformo en canción en la preproducción lo llevo a un atiborramiento barroco de arreglos y cosas y líneas de voces para después desagregar y quedarme con una síntesis de eso. Con dos, tres o cuatro recursos porque me parece que en esta economía, en apariencia austera, es en donde está la síntesis de lo que uno quiere comunicar, de lo que uno quiere decir. Si el arreglo está muy rebuscado me distrae de lo que la canción quiere decir. La mala prensa que tiene la supuesta falta de recursos para los discos. Algunos probablemente se necesiten y yo suelo disfrutar pero no todos los discos necesitan orquestas, cuerdas, arreglos de voces infinitos, bajos y baterías. Y qué sé yo cuánto más. El grado cero para la grabación de un disco en general es muy alto. Y muchas veces no sé si es tan necesaria tanta cantidad de recursos. La premisa era esa: el juego, el duelo. Dos guitarras, dos voces. Que es un poco la premisa cuando hice el disco con Luciana Jury. En ese caso no tenía un imaginario tan acotado, era más bien el gaucho y la china. Si nos volvemos a mirar desde ese panorama de los dos gauchos. Pero una china siglo XXI con todo el poderío de Luciana Jury.
“El disco es el resultado de un duelo entre dos hombres»
-Dijiste en una entrevista que lo considerás un disco de rock…
-Es, definitivamente, un disco de rock.
-¿Por qué?
-Es un disco que tiene todo el imaginario y los símbolos de lo que fue ese rock de los ‘60 hasta el ‘73 aproximadamente. O un poquito más. En un momento, nos confirmó mucho un tema que se llama “El buzo” del triángulo de Pappo’s Blues, donde está Gieco de invitado. Esa fue la pauta fundacional. La piedra basal de “LHdPyL” está en “El buzo” de Pappo’s Blues V. Yo creo que se ha quedado un poco adormilado aquel que el rock es solo guitarra, bajo, batería y bombo en negras. Este es un disco 100% de rock por lo que toca, por cómo lo toca, pero es el rock de nuestra parte. No es el rock prog ni el post punk ni cosas por el estilo. Si bien tiene algunos elementos de estas cosas. Es un disco en línea directa con la tradición de nuestro rock de esta parte del mundo.https://www.instagram.com/leopezenelaire/reel/C-7rsnARvtJ
El abrazo
-¿Qué función cumplen las alianzas con otros artistas a lo largo de tu trayectoria? ¿Qué te fueron aportando?
-Y… lo primero, el abrazo. Mi último disco solo lo formulé y salió apenas subió este gobierno que tenemos [en referencia a la administración de Mauricio Macri entre 2015-2019]. Desde que está este gobierno yo no puedo trabajar mucho solo. He estado en proyectos de ópera, de performance, de discos en sociedad me cuesta mucho trabajar en soledad. Probablemente porque necesite de esa filiación o de esa fortaleza que te da un socio o una socia.
De cada uno me ha quedado mucho aprendizaje, mucha riqueza, mucho trabajo sobre la discusión estética, afectiva. Suelo asociarme primero desde la admiración -que para mí es amor-. Yo a las personas que admiro las quiero. No podría trabajar con personas que no admire y quiera. Aparte es n gran ejercicio de tolerancia porque yo soy una persona que le da una atención exagerada a veces pero soy así y me gusta serlo a la literatura de la canción. Y en el trabajo con Sergio cuando los dos decidimos escribir tanto la música como las letras, hay cosas y ahí lo bueno de ese disco porque no puede ser un disco mío con Sergio de invitado ni al revés. Hay cosas que yo solo no hubiera escrito ni cantado nunca. Pero entiendo Sergio es quien aportaba ciertas cosas que a mí me hacían ruido pero que les encontraba cierta filiación en la tradición literaria de la canción de rock o del rock en general.
-A 10 años de “Amar, temer, partir”. ¿Cómo ves el disco en retrospectiva? ¿Cuánto cambió Gabo Ferro en este tiempo?
-Fue un disco fundacional para mí. Era un disco donde yo no sabía, no había encontrado bien mi voz. Y cuando digo mi voz no me refiero solo a mi enunciación cantada sino a cómo enunciar esa voz cantada y todavía no sabía si tocar con músicas y músicos. Ese disco salió de una serie de shows en vivo que yo ni siquiera pensaba tocar esas canciones. Las tenía y las propuse. Esas grabaciones que yo suelo hacer para corregir después de los vivos fue lo que quedó como el disco en sí. Yo quería que quedara ese borrador como disco editado con todas las de la ley. Y ese disco me enseo junto con otras cosas que fueron contemporáneas a ese disco (empezar en ese mismo año una ópera de John Cage para el Centro de Experimentación), el estudio de la música contemporánea, cierta parte de la obra de Stravinsky, empezar a ver los materiales de la música contemporánea y traerlos a la canción popular. Todo esto terminó nutriendo. Estos diez años se fue engordando esta cajita de recursos que fui importando a la canción. Pero este disco fue la piedra basal.
Escuchá la nota completa a Gabo Ferro en este audio:
Foto de portada: Archivo.
Publicado en 2018 en Peces en el Aire.

